La Catrina, centenaria hasta los huesos






CENTENARIAS HASTA LOS HUESOS
EL TALLER DE JUANAMACHE. 2010



INAUGURACIÓNSábado 30 de Octubre de 2010



100 AÑOS DE LA CATRINA

La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera

Este 2010, la Catrina cumple cien años de haber sido creada por el artista del grabado José Guadalupe Posada.

La Catrina fue creada como una representación metafórica de la clase alta de México antes de la Revolución. Posteriormente, se convirtió en uno de los iconos que ilustra la mundialmente conocida creencia de que el mexicano se burla de la muerte, jugando con su presencia física en todas las situaciones cotidianas. 

Decenas de representaciones de la Catrina se han dado en nuestra historia cultural a partir de los magistrales grabados de Posada: grandes bailes representativos de la época, costumbres mundanas y sátiras de la tragedia nacional, siempre sin perder la solemnidad debida y el misticismo de las fiestas religiosas.La Catrina puede mostrarse de muchas formas.

Algunas veces se la encuentra alegre, vestida de manera elaborada, con ganas de divertirse e incluso coquetear con los mortales. Otras, nos la encontramos simple y llanamente “en los huesos,” lista para llevarnos cuando menos lo esperamos. 

De acuerdo con la tradición mexicana, rendir memoria de nuestros fieles difuntos nos da un sentido de identidad, ayudándonos a arraigarnos a nuestra cultura y a nuestra comunidad. A esta conspicua y perenne compañera la asociamos también, paradójicamente, con el placer de vivir ante la inminencia de la muerte.

 Con la exposición: CENTENARIAS HASTA LOS HUESOS: CATRINAS 2010, el Taller de Juanamache, con 18 años de experiencia en la enseñanza del papel maché, rinde un homenaje a esta magistral obra centenaria de Posada, artista y activista político que jugó un papel de alta relevancia para la difusión de las causas que originaron nuestra gesta revolucionara de 1910.

 Homenaje que nos invita a celebrar las fiestas del Centenario en la ciudad de México, acompañados de las muy distintas formas plásticas en que la Catrina se nos presenta en la vida cotidiana, sin distinción de género, oficio o edad, a menudo enfrentando --cual buena mexicana-- el dramatismo de la muerte, inmersa entre el gozo del baile, la música y las artes.